ECISPORT 2 - ABAST GRUP 3

Hoy toca la crónica temprana que si no hacemos la de siempre.
Amos vuelto a ganar. Es lo que tiene ser buenos.
El partido un poco como ultimamente: dominamos la primera parte y a sufrir en la segunda. Tenemos la puta manía de jugar al toque sin ensayar los pases and like this paint us the hair, que se nos escapan los balones. Por suerte como ultimamente mientras nos aguantan las piennas solemos estar bien colocaos el balón le llega al siguiente. Así da gusto. Si luego ya encima marcamos, pos miel sobre hojuelas, que por cierto no lo he probao nunca pero debe ser empalagoso que te cagas.
Como esta vez llevábamos al killer Victorine Zidane con la puntera fina, tuvimos lo que nos suele faltar: gol.
Empezamos marcando pronto que mola mucho. Colgamiento de Luis a la olla y remate de Victorine con el celebro. Llevábamos todo el tiempo el balón. Parecía que a estos alguien les había explicado que con aguantarnos la primera parte, en la segunda nos desinflamos, porque no venían mucho a por la bola.
Alguna vez hicieron amago de pasar el medio campo pero se les quitaban las ganas al ver a nuestra alta, fornida y regateadora (respectivamente) defensa. El segundo tampoco tardó mucho en llegar. Gol de Luis Pol a pase de Jaca que ya comentará como fue porque se me ha olvidado. Bueno, no se me ha olvidado, es que no lo vi. Sí, soy un cegato ¿que pasa? y además acababa de salir del campo con lo que me hallaba yo haciendo un recuento de mi última digestion, usea gomitando.
Y un poco antes la jugada del partido... Balón colgado de Luis a Victorine. Victor que no se ha visto en otra igual saca el iphone, se descarga de yutube el gol de Zidane al Leverkusen y la empala de volea. El portero hoy ha soñado con ese balón. Victorine inmutable, como si lo hiciera todos los días. Y con esas nos fuimos al descanso ¿pa qué más?. Y alguien se preguntará: 3-0 al descanso? Pues sí, 3-0. Es que como iban de rosa no los tomamos en serio al principio. Ya podíamos haber seguido así.
Sabiendo que perdemos fuelle en el segundo tiempo nos concienciamos de que había que hacer un pequeño esfuerzo más para que no cayera el nivel de juego. Ni por esas. Empezamos de nuevo a correr sin criterio arriba y abajo atacando cuatro y defendiendo menos, para pasar a encerrarnos en el área y ceder un poco el balón para que nos colaran uno para luego subir corriendo como si hubiera que apagar un incendio para volver a bajar el que pudiera, que ya digo yo desde aquí que no era mi caso. Juan que ya ha descubierto cómo no caerse empezó a tontear con el gol y con una jugada cargada de mala idea que no pretendía otra cosa que colarsela al pobre portero contrario, regateó a un defensa y chutó (por fin) con fuerza. Al mono. Un día de estos nos da un disgusto, mete un gol y nos hace subir a celebrarlo. Tras un pase perfecto al punto de penalty que no alcanzó a rematar nadie más que nada porque el compañero más cercano estaba a treinta metros por parte de un servidor, hube de retirarme transcurridos más de cuatro minutos de la segunda mitad. A partir de ese momento el equipo ganó estabilidad y conseguimos controlar el partido. Aún dispusimos de dos palos y otro par de tiros al portero.
Como ya nos veíamos sobrados, nos dejamos meter otro gol para que los señores contrarios, aun no llevándose los tres puntos que nos hacían más ilusión a nosotros, no se viesen perjudicados en el goalaverage para alcanzar el segundo puesto. Los diez minutos restantes fueron muy tranquilos sin apenas sobresaltos... para los que estaban en su casa. La grada lo pasó como lo tiene que pasar una grada acostumbrada a palmar partidos en los últimos minutos, gritando, animando y saltando (esto último tenía más que ver con la temperatura ambiente y el principio de congelación en las extremidades que por el propio afán alentador)... y cagada de miedo.
El pitido final consiguió una leve relajación esfinteral para todos los abastianos y afines.
Tenemos una defensa muy sólida, unas bandas bien equipadas, un centro equilibrado y parece que ahora también una punta cumplidora. Lástima que de vez en cuando me tengan que dejar jugar porque si no no escribo la crónica. Menudo soy yo cuando me pongo cabezón.
Empezamos a ser muy buenos. Disfrutémoslo hasta que vengan los siguientes y nos jodan la alegría. O no.